Una fractura de Bennet es producida por traumas de alta energía, no son tan frecuentes, pero deben sospecharse cuando un paciente tiene un trauma en la mano y la base del pulgar se observa hinchado, con dificultad para el movimiento. Adicional se presenta gran limitación para realizar actividades de pinza o agarre.
Este tipo de fracturas algunas veces no son detectadas en los servicios de urgencias debido a que los huesos del carpo y los metacarpianos se superponen en la radiografía, ocultando los pequeños fragmentos, esta es una buena razón para que aquellos pacientes que no mejoren del dolor en su mano, se deban realizar ayudas diagnósticas adicionales que permitan evaluar pequeños detalles óseos, como por ejemplo la tomografía.
Una vez realizado el diagnostico lo más importante en estas fracturas es que deben ser bien tratadas debido a que interfieren en muchas de las actividades de la vida diaria, ya que afectan los movimientos de pinza o agarre de las manos.
El cirujano de mano tiene varias opciones de tratamiento, como por ejemplo el manejo con yeso (no quirúrgico) o la cirugía. Cada una tiene sus indicaciones y riesgos, lo importante es cuando se tome la decisión de la cirugía se ofrezca la mejor opción al paciente.
Es así como los procedimientos mínimamente invasivos (artroscopia de muñeca) nos han permitido no solo magnificar el tamaño de la lesión y lograr una reducción más precisa del fragmento fracturado, sino al mismo tiempo nos permiten evaluar los ligamentos alrededor de la fractura, garantizando así una pronta recuperación, un mínimo de dolor luego de la cirugía, cicatrices muy pequeñas y una rápida movilidad y pronto regreso del paciente a sus actividades de la vida diaria, sin dolor, ni limitaciones.